María Augusta González es vocal titular y subdirectora adjunta de Comunicación de Aapresid, la emblemática organización de productores que desde fines de los 80 marca una impronta en agricultura sustentable. Al mismo tiempo integra Mujeres Rurales, una red que busca “potenciar a la mujer desde tres ejes fundamentales, como son el ambiental, social y económico, desde una impronta de género y diversidad”.
Para González, “la mujer tiene un problema de visualización” en el mundo del campo, aunque hoy “está ganando mucho protagonismo”.
Al mismo tiempo, destaca la resiliencia de “la gente del campo”, se queja de la “carga impositiva”, pero se esperanza en medio de la cosecha récord de soja en noviembre y del cambio de gobierno: “Si no falla el clima, vamos a seguir produciendo, una vez más”.
—¿Qué es Aapresid?
—No voy a la definición técnica. Aapresid es un entorno de camaradería que me ha dado un montón de riqueza no sólo en lo técnico, sino a nivel humano. Es una organización que es un orgullo para el país, para el productor argentino y que nos posiciona como líderes en cuanto al manejo sustentable.
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—Ahora, ¿lo definís técnicamente? (risas)
—Somos una organización de productores y técnicos, todos relacionados con el agro, que nos dedicamos a difundir cómo se manejan productivamente los suelos de una manera sustentable. Haciendo foco sobre la salud del suelo, una cuestión regenerativa de nuestros recursos y con la característica de hacer innovación en red.
—El Congreso de Aapresid se transformó en un clásico con cada vez más participantes.
—El congreso es el resultado del trabajo de todo el año, es nuestro hito. Pero más allá del congreso tenemos muchos programas que son el alimento de ese congreso. Nuestro programa básico y que realmente involucra a un montón de socios es el programa “regionales”. Allí, de alguna manera, los productores, técnicos u otras personas se reúnen en grupo para compartir sus experiencias y hacer ensayos. Tenemos muchos programas. Dentro de “regionales” tenemos dos proyectos: uno es Aula, donde lo que tratamos es de trasmitir toda nuestra experiencia a la comunidad y el otro es Aapresid Joven, del cual formo parte. Ahí nuestra idea es capacitar a los que van a venir, que son los futuros encargados de la cadena alimenticia de nuestro país y del mundo.
—En general el trabajo en el campo se lo asocia al hombre, ¿y la mujer?
—Creo que eso es un mito. Yo creo que la mujer con respecto al campo tiene un problema de visualización. La mujer siempre ha estado y hoy está ganando mucho protagonismo. La mujer forma parte de una red rural de conocimientos que van desde la investigación hasta la educación, pasando por muchos lugares más.
—¿Le costó mucho a la mujer llegar a ser reconocida en este ámbito?
—Sí, por cuestiones culturales básicamente.
—¿Qué es Mujeres Rurales?
—Nosotras estamos lideradas por Pilo Giraudo, ex presidenta de Aapresid. Nosotras notábamos que la mujer estaba en un rol de ayuda, pero no se destacaba sus potenciales. La mujer aporta un montón de cosas desde muchos lugares. La idea de esta red es potenciar a la mujer desde tres ejes fundamentales, como son el ambiental, social y económico, desde una impronta de género y diversidad. Nosotras nos vemos trabajando a la par de los hombres. Esta red es muy federal, estamos presentes en casi todo el país. Trabajamos tomando en cuenta tres temáticas: educación, prácticas agrícolas y cambios climáticos, y el financiamiento. Estamos muy orgullosas de pertenecer a esta red.
—¿Cuál es el futuro del campo en esta región?
—Creo que hay mucha gente complicada financieramente por la sequía de tres años que tuvimos. Pero la gente del campo es muy resiliente. Tenemos una carga impositiva grande, porque siempre que falta un mango manotean de este lado. Hoy con las lluvias los campos vuelven a producir y nos pone en un lugar de esperanza en que si no falla el clima vamos a seguir produciendo una vez más. El campo tiene un potencial enorme.