La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer) informó a través de su red social X (ex Twitter) que en el último año cerraron 49 y desde 2015 a la fecha 247. Estos números se desprenden de la vacunación aftosa en el país.
“Estos datos concretos marcan que -al igual que en otros puntos de la Argentina – la provincia de Entre Ríos no logra detener la sangría de tambos”, señalaron desde la entidad.
Y advirtieron: “Con el agravante que no aparecen en el horizonte políticas claras en esta cadena agroalimentaria que es de las más importantes de nuestro país”.
Norberto Ferrari, productor tambero y referente de la Mesa de lechería Farer y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) sostuvo que este eslabón, pese a abastecer el consumo interno desde hace más de 20 años, se transformó en una “cadena agroalimentaria coyuntural y sin planificación”, al no contar con medidas estratégicas desde el Estado.
Merma de vacas en producción
Además del cierre de establecimientos, el otro dato que preocupa es la evolución en el stock de animales productivos. En el período analizado, se pasaron de 84.187 vacas en producción en toda la provincia a 69.405 cabezas.
Ferrari explicó que en las crisis anteriores que sufrió el sector, los animales se sostenían en los establecimientos que seguían en pie. Pero en esta oportunidad, remarcó que salieron del sistema productivo tambos y vacas en producción en un porcentaje mucho mayor.
Y si bien la caída en vaquillonas fue menor al de vacas en producción, afirmó que esto no garantiza un crecimiento para los próximos años. En el análisis de cada departamento, Gualeguaychú y Paraná están a la cabeza de los que más productores perdieron, seguidos por Nogoyá; y Tala entre los más afectados.
“Estos números reflejan una necesidad de cambio en la mirada de la cadena. Lo primero que tiene que ver la nueva gestión es el potencial de la misma, ya que se ha demostrado que en buenos momentos productivos se llegó a producir el 50% más que el consumo interno y esto es una entrada de divisas para nuestro país, por lo tanto, el crecimiento de la misma es entrada directa de dólares a la caja nacional”, sostuvo el dirigente y productor tambero.
Otro punto sobresaliente es la industria cuenta con una capacidad instalada que le permitiría duplicar el volumen que procesa en la actualidad.
Finalmente, indicó que la eliminación de las retenciones a las exportaciones de lácteos, las buenas prácticas comerciales en la cadena, un fuerte perfil exportador y políticas crediticias para aumentar la producción primaria son las claves para revertir la tendencia de esta cadena.