Por Nicolas Razzetti, Analista Del Mercado Ganadero
La crisis rompió la elasticidad de la demanda interna, cae fuerte el consumo de carne vacuna y las perspectivas no son alentadoras para los valores del ganado en el corto plazo. El INDEC informó que la inflación promedio de agosto fue de 4,2%, pero los valores de la carne vacuna que aumentaron mucho menos y quedaron bien atrás del indicador mensual y del acumulado en los últimos 12 meses.
La caída en el poder de compra del consumidor consecuencia de la crisis económica es tan fuerte que se rompió la elasticidad de la demanda interna de este alimento, el más deseado por los argentinos.
Si la inflación del INDEC fue de 4,2%, los precios de la carne vacuna relevados por el IPCVA que tiene un medición exhaustiva que el organismo oficial, subieron 1,2% en la zona AMBA, 1,5% en Rosario y 2,9% en Córdoba durante el mes pasado.
En tanto, en el acumulado del último año la carne vacuna subió 197% y la inflación fue de 236%. Hay una diferencia marcada de 39 puntos porcentuales entre uno y otro indicador lo que habla a las claras de los problemas de la demanda interna afectada por la suba de diferentes rubros de su costo de vida entre los que se destacan los incrementos en las tarifas de los servicios públicos.
En los feedlots sigue habiendo mucha hacienda. En agosto el Senasa informó que tenían 2,05 millones de animales. En septiembre esa cantidad cayó muy poco, en los corrales había 1,95 millones de cabezas.
Según feedloteros consultados muchos intentan estirar procesos de engorde a la espera de capturar un mejor precio y además porque una vez que se desprenden de la hacienda les cuesta mucho reponer por el diferencial de valores.
De todos modos, el proceso de vaciado comenzó y durará al menos hasta fin de año por lo que cabe esperar una crisis profunda del precio de la carne y de la hacienda.
En agosto ingresaron a esos establecimientos, según informa el Senasa, 396.000 vacunos y salieron 446.000 lo que da cuenta del arranque del proceso de vaciamiento que, por ahora, no es tan marcado y que se acentuaría más en los meses próximos.
Desde el arranque de la zafra de terneros la situación fue la inversa, de marzo a julio el encierre fue mayor a lo que se vendió para faena.
El quiebre en la tendencia tiene que ver con la escaza oferta de terneros. La mayor parte ya se negoció y el criador que se quedó con hacienda ahora espera a darle algunos kilos más en el proceso de recría que permitirá la primavera para venderla a algún engordador o exportador que quiera hacer novillos.
Ante la poca oferta de terneros los precios se afirmaron. Los criadores venden los machos que llevan los que recrían a campo a 2600/2700 pesos por kilo vivo y las terneras que son demandadas por los feedlots se pagan 2300/2400 pesos, por encima de su capacidad de pago por la esperanza que se mantiene en la recomposición del mercado.
También se repone hacienda en los corrales con menos intensidad porque los precios de lo que se está vendiendo en el consumo interno no son buenos.
Los novillitos y vaquillonas que pocos meses atrás llegaron a valer 2300/2400 pesos por kilo vivo, hoy se negocian en el Mercado de Cañuelas a 2000 pesos.
Si se le carga a esos precios la inflación acumulada debería cotizar en 2800 pesos lo que significa que tienen un retraso del 30% o que en términos reales se sufrió una fuerte descapitalización. Otra vez la carne vacuna actuó como ancla inflacionaria.
En el contexto actual, con la cantidad de hacienda que hay en los corrales y la debilidad de una demanda interna que no tiene posibilidades de reacción porque hay incrementos que se le imponen como el de los servicios públicos, prepagas, colegios, alquileres, los valores de la carne y de la hacienda no tienen mucha chance de aumentar y recuperar el terreno perdido.
Relaciones de precios y mayor consumo de las carnes alternativas
El informe de precios de las carnes del IPCVA la relación entre el kilo de pollo y el de asado es la peor en 5 años. Según ese documento con un kilo de asado se compran 2,9 de pollo. Por otra parte también desmejora la relación entre el kilo de asado y el de pechito de cerdo. En este caso es 1 a 1,2. También en este caso se trata de la peor relación en 5 años.
A su vez, en forma interanual los valores del pollo aumentaron 240% el mencionado informe de precios que mide al pollo entero, en los trozados las subas fueron mayores y gran parte del comercio de esta carne se hace de este modo.
Y esa suba de valores se dio a pesar de que el nivel de abastecimiento de carne aviar siguió en los 45/47 kilos lo que habla de una transferencia de consumo de la carne vacuna a esta especie en gran parte apuntalada por los buenos precios y ofertas en supermercados del pollo entero.
Lo mismo viene sucediendo con la carne de cerdos. El consumo medido en kilos de carne disponibles por habitante ronda los 18/20 kilos y gracias al planchazo de precios que se dio en los últimos meses en el capón y en la carne ganó más espacio en la dieta.
En el último mes el precio del pechito de cerdo aumentó fuerte, más de 15%, y el consumo no cedió, por el contrario convalidó las subas y castigó a la carne vacuna. Veremos cómo sigue la competencia entre los tres productos en los próximos meses.